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Nació hacia principios del siglo XVI en Navarregadilla, Ávila, España. Estudió
en Alcalá y se graduó de bachiller en derecho. Más tarde, en octubre de 1531,
se licenció en Teología en el Colegio Mayor de San Bartolomé, de la Universidad
de Salamanca. Fue maestro de artes, juez de estudios y posteriormente rector
de dicho colegio. Desempeñó una canongía en la Catedral de Salamanca y fue nombrado
juez metropolitano de la Catedral de Toledo. Vicario de Alcalá en 1537, pasó
luego al Consejo de la Suprema Inquisición.
Los hechos que a partir de 1541 se produjeron en Perú lo traerían a América
ese año: Diego de Almagro el Mozo asesinó a Francisco Pizarro en venganza por
la muerte de su padre, ocurrida tres años antes. Como consecuencia, se produjo
una guerra entre pizarristas y almagristas.
Para agravar la situación, los hermanos Pizarro creían tener derechos sucesorios
sobre los cargos y títulos de su difunto hermano, lo que fue rechazado por la
Corona, decidiéndose la creación del Virreinato del Perú.
Esta situación se vio complicada con la aplicación de las llamadas Leyes Nuevas.
Impresionado por los relatos que se hacían de los malos tratos de que eran víctimas
los indígenas, en 1542 Carlos V decidió anular la existencia de las encomiendas.
Esta medida, establecida en aquellas leyes, causó un profundo rechazo entre
los encomenderos.
El primer Virrey del Perú, Blasco Núñez Vela, arribó en 1544 y se enfrentó a
los hermanos Pizarro. Fue depuesto por la Real Audiencia limeña y embarcado
hacia España. La misma institución nombró a Gonzalo Pizarro como Gobernador.
Tal desacato a la autoridad no podía ser tolerado y Carlos V decidió enviar
a La Gasca a América para terminar con aquella rebelión.
Aquí cumplió diversas funciones hasta 1550, cuando regresó a España.
Falleció el 13 de noviembre de 1567.
Con poder general
El problema en Perú se complicaría mucho más. Como Núñez Vela pudo escapar y
organizar tropas, Pizarro se enfrentó militarmente con él en Iñaquito, Ecuador,
derrotándolo y ordenando su degollamiento (enero de 1546).
La Gasca obtuvo un poder general para actuar en una situación de excepción.
Se le encargó establecer nuevamente la Real Audiencia y se le dio derecho para
ejercer la justicia en todo tipo de asuntos, incluso para declarar un indulto
general y expulsar a los que persistieran en rebeldía. También, se le concedió
el derecho de gastar los caudales de la Real Hacienda y de pedir auxilios a
todas las provincias.
La Gasca salió de San Lúcar de Barrameda en 1546, acompañado, ente otras personas,
de dos oidores y de Alonso Alvarado.
Fin de la rebelión
Pedro de la Gasca arribó primero a Nombre de Dios, Panamá, donde se enteró de
la derrota y muerte del Virrey Núñez. Venía con el ánimo de persuadir a los
subalternos de Pizarro y lograr una solución pacífica al conflicto. Sin embargo,
Gonzalo Pizarro se negó a cualquier transacción.
La Gasca reunió un numeroso ejército y partió hacia el sur, y en abril de 1548
logró derrotar definitivamente a los rebeldes en la Batalla de Xaquixahuana,
en la que participó Pedro de Valdivia, quien había concurrido al Perú el año
anterior y se había colocado bajo su mando.
Pizarro fue juzgado y condenado a muerte e incluso su casa fue arrasada hasta
los cimientos. Sobre el sitio se derramaron grandes cantidades de sal para impedir
que allí germinara, incluso, la hierba.
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Placa conmemorativa.
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Reconoce a Valdivia como Gobernador
Para premiar la participación de Pedro de Valdivia en Xaquixahuana, La Gasca
reconoció el título de Gobernador que a aquel le había concedido el Cabildo
de Santiago. En una carta que el mismo Conquistador envió a sus apoderados en
la Corte, les instruyó de “informar asimismo como fui, estando ya preso Gonzalo
Pizarro e aquellos capitanes, a hablar al presidente (La Gasca), y en viéndome
me dijo: Señor Gobernador -que hasta allí siempre me llamaba capitán- vuestra
merced ha dado la tierra a S.M. Yo le respondí que se le había dado Dios, y
yo sirviéndoles como criado y vasallo, y que besaba las manos a sus señoría
por tan gran merced y favor...”.
La acción de Valdivia no impidió, en todo caso, que el mismo La Gasca ordenara
su detención y enjuiciamiento debido a las acusaciones que llegaban desde Chile.
Regreso a España
Tras la victoria, La Gasca se ocupó de diversos asuntos administrativos y judiciales,
entre los que estuvo el proceso seguido a Pedro de Valdivia y el restablecimiento
de la Real Audiencia en Lima. Además, envió visitadores a distintas localidades
para informarse acerca del trato que se daba a los indígenas y de los tributos
que había que pedirles.
En 1550, regresó a España y un año después arribó al Perú el nuevo Virrey, Antonio
de Mendoza, quien entre otras obras, estableció la Universidad Mayor de San
Marcos. La Gasca, por su parte, llegó a Cádiz en julio de 1550, sin ropa ni
dinero, siendo auxiliado por el arzobispo de Sevilla. Carlos V pagó las deudas
que contrajo en Perú y promovió su nombramiento en el obispado de Palencia.
Felipe II lo promovió a igual cargo en Sigüenza (1561).
El Ayuntamiento de Santa María de los Caballeros quiere mostrar
su agradecimiento a D. Emiliano Moreno Secretario de Alcaldes para el V Centenario
por el empeño y trabajo realizado para recuperar la figura historica
de D. Pedro de la Gasca.
D. Emiliano Moreno sigue colaborando con el Ayuntamiento en todo lo relacionado
con D. Pedro de la Gasca y fue, como experto en heráldica, el diseñador
del Escudo y Bandera Municipal.
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